A la lista de afrodisíacos como las nueces, las ostras y el chocolate ahora podrían agregarse el té, el café y las bebidas colas. Un experimento de la Southwestern University in Texas demostró que las ratas que consumen cafeína están más predispuestas a tener mayor número de encuentros eróticos con sus ratones.
Más energía para el sexo
Fay Guarraci, doctora en psicología de la la Southwestern University de Texas, tuvo la idea de estudiar el comportamiento sexual de las chicas a través de las ratas. Y experimentó con la cafeína, una sustancia presente no sólo en el café, sino también en ciertos energizantes. ¿El resultado? Las ratitas que consumieron la sustancia quisieron más y más sexo con sus ratones.
Es que la cafeína estimula partes del cerebro responsables de la excitación, aunque esta reacción sólo se produce en aquellas personas que no la consumen o que lo hacen en bajas dosis. Guarraci aclaró que su rata nunca había bebido café en su vida, por lo que el nuevo ingrediente causó un efecto inmediato y mucho más fuerte que el que podría producir en personas que sí lo han incorporado a sus organismos.
El objetivo de la doctora Guarraci era entender el funcionamiento cerebral de las féminas, pero el hallazgo causó revuelo en todo el mundo. Aquellas ratitas que tomaron cafeína, dice el estudio, se mostraron más predispuestas a una segunda ronda de sexo después de un primer encuentro.
El estudio, que aparece en el Pharmacology, Biochemistry and Behaviour Journal (Diario de Farmacología, Bioquímica y Comportamiento), aclara que el subidón de energía sexual sólo se producirá en humanos que no toman demasiado té o café, de lo contrario, el organismo no reaccionará como el de las ratitas del experimento.
Aunque la rata se excite, los especialistas cuestionan los poderes afrodisíacos de la cafeína. "La cafeína está lejos de ser un afrodisíaco", dice Marina Kushner, autora del libro "The Truth About Caffeine" (La verdad sobre la cafeína).
Kushner recuerda que fueron los árabes –viejos conocedores de afrodisíacos- quienes comenzaron a usar la cafeína, pero no para el sexo, sino para mantenerse despiertos y así poder rezar más. "Los adolescentes, por ejemplo, usan el café y la coca cola para tener un subidón de energía, pero no para los encuentros sexuales", aclara.
Aunque reconoce que la cafeína estimula el sistema nervioso central, Kushner dice que el consumo diario puede tener efectos colaterales poco deseables como insomnio y ansiedad, y nada peor que la ansiedad para un encuentro erótico. Y si uno se entusiasma y se excede, esta sustancia puede provocar deshidratación, confusión, contracción muscular y movimientos convulsivos.
Los detractores de la cafeína no dan crédito al estudio, pero quienes quieran probar pueden hacer el experimento: abstinencia total de cafeína por unos meses y prueba antes de la relación sexual. A la ratita le dio excelente resultado.
Univision